Bajo el inclemente sol, el calor, la lluvia e incluso los problemas de salud de Juan Francisco Bonilla, quien desde los 23 años a causa de un accidente se moviliza en silla de ruedas, había un corazón altruista y emprendedor que estaba seguro que un día llegaría una mano amiga que le brindara confianza y apoyo económico para establecer su negocio.

Bonilla cuenta que esa mano amiga fue FAMA, que no puso obstáculos aun viéndolo en silla de ruedas para prestarle y formalizar su negocio, dejando el árbol que por casi cinco años lo protegió, para instalarse en un pequeño lugar, que gracias a FAMA lo ha mejorado y ha comprado la maquinaria que necesita para brindar un servicio de calidad como cerrajero.

FAMA se ha convertido en un aliado no solo en asuntos económicos, sino también en una institución amiga que brinda calor humano y apoyo a quien lo necesita.

En FAMA siento confianza y el trato es bueno, hicieron una ramplita en la entrada de la oficina, que es muy útil y me sirve para movilizarme mejor con mi silla de ruedas”, comparte muy emocionado este hombre de tez morena y cabeza blanca que pinta el tiempo y la experiencia de vida.

Después de 68 años de vida y 20 años de crecimiento con FAMA, Juan atestigua que quienes necesitan apoyo en FAMA lo van a encontrar, siempre y cuando, “sean honestos” y cumplan con sus compromisos.